Buen manejo de clima portátil/industrial para ahorro de energía eléctrica y mantener la salud del humano

Comprar cualquier cosa a ciegas es el error más común cometido por las personas. Esto se magnifica cuando es un producto necesario para la casa o lugar de trabajo. Por ejemplo, los sistemas de climatización son necesitados para equilibrar una atmosfera interna, y si es ahorrando energía, resulta en un plus muy importante. Pero precisamente, elegir el clima Inverter inadecuado, puede hacer inútil al aparto en sí, por el nulo o parcial aprovechamiento de su tecnología, proyectando una inversión perdida.

Por ello, existen algunas preguntas que son respondidas, bajo la experiencia de personas normales, o de aquellos profesionales del HVAC. Una cuestión muy normal en foros especializados, tiene que ver con temas energéticos. Alguna persona pregunta: ¿Dejar el aire acondicionado prendido la mayor parte del día, ahorra más que encenderlo y apagarlo varias veces durante el mismo periodo?

No es una negativa flagrante, pero tampoco se puede emitir un juicio definitivo positivo. A final de cuentas y lo que expresan los especialistas y los consumidores, es que es relativo, porque existen equipos de clima industrial o casero, consumidores de energía por parte de ventiladores y compresores, hasta un determinado punto, cuando los sensores dejan de mandar señales del comportamiento térmico de un área determinada. En ese sentido, es normal que algunos de estos sistemas, dejen de consumir energía. También dependerá mucho de la programación de los sensores, y sus respectivos rangos de temperatura. Es lógico, ya que los ventiladores suelen consumir menos energía que los compresores, mientras estos estén en operatividad continua. En cambio, si a lo largo de una jornada el dispositivo se para y arranca varias veces, el esfuerzo del compresor será mayor, consumiendo así, notables cantidades energéticas, teniendo que fluctuar sus temperaturas sin ciclos. Por ello, no es raro que muchos consumidores se estén migrando a la tecnología de Mini Split Inverter, por su capacidad sensorial y ahorrativa, pudiendo manejar las ondulaciones fluctuantes térmicas y de humedad, para mantener un funcionamiento continuo, con la dosificación energética por parte de sus compresores, de forma suave, en ondas perfectas, dejando de lado los paros y arranques intensos, que solo generan picos elevados de consumo de energía y dinero.

Otras preguntas tienen que ver con temas de percepción saludable del clima portátil o industrial. Una cuestión recurrente en blogs y páginas especializadas es: ¿Estos sistemas resecan la piel?

Una pregunta normal, sobre todo para personas muy sensibles a esta clase de climatización mecánica, susceptibles de sus vías respiratorias o en su dermis. La respuesta tendría que ser no, pero bajo ciertas condiciones, que tienen que ver con la humidificación ambiental. Si el sistema se opera con saturación ambiental baja, entonces es probable que, en un determinado tiempo, provoque resequedad en piel y mucosas de las personas; es más o menos el efecto que tendría una calefacción en un lugar cerrado, el cual al menos el calefactor más convencional, provoca resecamiento.

Es fundamental manejar los parámetros de un buen aire acondicionado portátil o industrial, sobre todo en la humidificación. La humedad ideal debe fluctuar entre el 40% y 60%, con rangos de temperatura aceptables, sin ser extremos. Ese es el rango de humedad en donde el ser humano se desenvuelve de mejor forma. Con este parámetro debidamente controlado, se evita la proliferación de hongos y demás microorganismos esencialmente dañinos para las personas y mascotas.

Esto se vuelve aún más relevante en ciertos ambientes que deben estar más controlados, como hospitales, guarderías, asilos de ancianos, escuelas, y en general, donde haya aglomeración de personas. Quizás en edificios como laboratorios y similares, dichos parámetros deban manejarse bajo otros grados de temperatura y porcentajes de humedad.

Así que, el uso de clima para el hogar u oficina, debe explorarse sin miedo, porque después de todo, propician condiciones ideales para nosotros. La clave está en el control adecuado del mismo.