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marzo 27, 2023Específicamente en México, es una realidad que no se han potencializado a su máxima capacidad, los proyectos de energía solar para al menos tratar de llegar a una cierta independencia de energéticos convencionales, algo que beneficia a hogares, comunidad, y a los mismos empresarios en el ahorro de energía y dinero a través de paneles fotovoltaicos.
Hay que ver como ejemplo a todas esas empresas lecheras y de lácteos que al menos ya están comenzando con la idea de implementación de dichas tecnologías, y observar aún más de cerca, a aquellas que se han visto beneficiadas enormemente por los dispositivos ecotecnológicos solares para sus empresas, proyectando un prorrateo en tiempos récord, dependiendo de los fabricantes, el tipo de actividades y naturaleza del proyecto en sí.
Los principales directores o gerentes de energías renovables en todo el mundo, siempre tendrán en común -o deberían tener- un concepto o idea… <<la colaboración de gobiernos y entes privados, para el óptimo desarrollo sustentable en todas las áreas sociales y empresariales>>.
Quizás una de las claves, radique en aquellas empresas energéticas alternas, y que uno de sus objetivos, sea la de facilitar la compra-venta de energía sustentable entre productores y consumidores o usuarios finales, implicando el uso de todo aparato como paneles fotovoltaicos para ahorro de energía.
Existen personas que manejan el tema de energías renovables de manera muy ambicioso, con el propósito de alcanzar el 100% de autosustentabilidad, pero también se dan cuenta de la realidad que ello implica, sobre todo, en el compromiso que debe de haber, en dos principales directrices que actualmente manejan el comportamiento tecnológico y de negocios: el gobierno y la iniciativa privada. Tal vez conciliar ambas partes en el tema de energía solar autosustentable, sea el verdadero reto de cara al futuro, porque es normal que ambas partes tengan sus propios intereses, sobre todo cuando los energéticos convencionales siguen reinando la industria y el mundo de los negocios.
Obviamente, también se debe de tomar en cuenta la colocación y las formas, así como los tiempos de construcción de parques solares. Para minimizar estos tiempos y que los proyectos no se transformen en un cascarón de expectativas, la iniciativa privada y gobierno deben esforzarse al máximo, y así, dichos proyectos se manifiesten físicamente, y no solo se queden en la pura idea.
En México, entre 2010 y 2019, la generación de energía solar y otras fuentes renovables, se duplicó, llegándose a generar hasta más de 25.5 mil mega watts. En el mismo 2019, nuestro país solo poseía 50 parques solares con paneles fotovoltaicos, ubicados en 15 estados de la república. Esto solamente contando la tecnología solar fotovoltaica, porque también habría de contar con los parques eólicos, compañías geotérmicas y todas las hidroeléctricas a lo largo y ancho de la nación.
Aún así, se está lejos del cumplimiento energético en el Acuerdo de París referente al Cambio Climático, donde se establecen las metas para la disminución de emisiones de gases de efecto invernadero y de carbono negro. Lamentablemente, en la unión europea se está pasando por un paro importante, debido al conflicto de naciones entre Ucrania y Rusia. Por ello, recurrir a otras fuentes más contaminantes en la región europea, sigue siendo prioridad, deteniendo así, los compromisos de energías autosustentables.
Ahora, en la otra parte del mundo, una buena noticia de que al menos se está yendo por un buen camino de autosustentabilidad, es que de manera escalada se están haciendo inversiones de energías renovables en México, cuyo pasado reciente -2019-, se traduce en 290 mil millones de dólares.
Las empresas ya no deben mostrar renuencia en invertir en tecnología alterna, porque las proyecciones y datos son más precisos, en cuanto a generación de energía, de acuerdo a los planes de inversión y desarrollo.
Generalmente, el paradigma entre entes gubernamentales y privados persiste. Por un lado, el gobierno espera que toda la responsabilidad la tenga la iniciativa privada, incluso si no hay apoyo federal o estatal. Y del otro lado, las empresas suelen dejar todo el peso de los costos de producción a gobiernos que sí están comprometidos, sin responsabilizarse de sus propios proyectos. Es un tira y afloja que necesita parar ya, para un trabajo conjunto entre ambas partes, al menos así lo proponen los directores que se dedican a las energías limpias.