Paneles solares y otros sistemas fotovoltaicos para mejorar el rendimiento de inversión en naves industriales

Quizás en muchas partes del mundo hace unas décadas atrás, era impensable siquiera pensar en instalar tecnología solar fotovoltaica en los techos o cercanías de zonas industriales, empresas comerciales ni mucho menos, áreas residenciales. El costo era demasiado alto y no había muy buena certidumbre en el retorno de inversión. Ahora, en la actualidad, no contemplar dentro del diseño de una nave industrial, esta clase de tecnología, sería prácticamente echar un proyecto por la borda, debido a los cada vez más costosos energéticos convencionales.

La competencia empresarial ya no solo radica en la obtención de clientes y concesiones públicas y privadas, también implica la manera en cómo se maneja una compañía desde el núcleo empresarial, y eso implica el manejo de tecnología más favorable en todos sentidos, desde lo económico y lo ecológico.

Obviamente los criterios deben tomarse de forma diferente cuando se trata de una instalación industrial, a una comunitaria o residencial. Los paneles solares sí rinden cuentas a través de paneles fotovoltaicos de buena calidad. Está claro que, durante las horas principales de actividades industriales y laborales, es cuando más energía producirán para las distintas aplicaciones; es prácticamente el autoconsumismo ideal de la energía solar, sin que una pizca de esta caiga en la red eléctrica normal. Esto es lo que vendrá reflejado en la factura bimestral de luz.

En la tecnología solar fotovoltaica para el ahorro de energía, regularmente existirán dos clases de instalaciones, más adecuadas para edificaciones comerciales, pequeños negocios, Pymes o de nivel residencial.

Paneles solares aislados a la red eléctrica. Recomendable para viviendas y pymes de consumo bajo eléctrico. Es muy importante que, en esta opción, se planee la mejor red fotovoltaica, para que se dependa exclusivamente de la misma, y no tener que instalar sistemas eléctricos adicionales para alcanzar el consumo; por ello es importante estar consciente de las necesidades para cada tipo de edificación.

Paneles conectados a una fuente eléctrica. Ideales para edificaciones más robustas, con complejos habitacionales o compañías que requieren ciertas cantidades importantes de energía. El suministro por energía solar es el más relevante, pero con un respaldo importante de red eléctrica.

Las implicaciones favorables energéticas son esenciales ahora más que nunca. Desde un punto de vista económico, con retornos de inversión excepcionales, a mediano o largo plazo, haciendo que valga la pena la costosa inversión inicial. Además, hay que estar al tanto de las subvenciones gubernamentales impulsoras de proyectos sostenibles. Conjuntamente, está la inherencia del cuidado medioambiental con la reputación empresarial, fusión imperantemente necesaria para las empresas jactadas de estar a la vanguardia. La competitividad organizacional a final de cuentas, es la que determina el éxito empresarial de una organización con respecto a otra, y eso vendrá al bajar los costes operativos que tengan que ver con el uso de energía renovables como paneles fotovoltaicos y otros sistemas incrementadores de beneficios económicos y ecológicos.

También existe la opción de instalar baterías para suplementar el almacenamiento de energía sobrante, pero es posible que para algunos no sea conveniente por sus altos costos, al menos en comunidades pequeñas e incluso en grandes conglomerados industriales; la rentabilidad energética no está asegurada con esta clase de dispositivos.

En el caso de las naves industriales, los estudios específicos para cada proyecto son preponderantes, desde cualquier ángulo posible, porque cada caso requerirá de una específica necesidad para la adaptación de tecnología solar fotovoltaica en las aplicaciones, ya sea para agua caliente sanitaria, climatización y operaciones productivas dentro de la misma planta. Criterios como ubicación, orientación e inclinación, son fundamentales para captar la mejor radiación solar, dependiendo del hemisferio planetario y la región de cada ciudad, desde un punto climático y geológico.

Después de todo, lo que se busca es la autosustentabilidad energética, para evitar poco a poco la dependencia de combustibles fósiles, durante al menos dos décadas en cada proyecto, y sus posteriores renovaciones.