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junio 7, 2019Existen distintas clases de compresores con características propias, que son diseñados con la finalidad de añadir potencia, velocidad, eficiencia, y otras bondades a un sistema acondicionado. A final de cuentas, todo depende de las reales necesidades que tenga nuestra casa u oficina, en cuanto a capacidad de trabajo de un equipo de climatización, después de todo, lo que menos queremos es gastar de más, en un compresor o dispositivo que no vamos realmente a necesitar, o incluso quedarnos cortos de potencia, obligándonos a usar energía eléctrica de más.
Compresores abiertos, herméticos y semi-herméticos para aire acondicionado
Dependiendo de la potencia que se requiera o por las instalaciones, se tienen tres opciones muy generales. Por ejemplo, los compresores abiertos, son altamente recomendables para instalaciones medianas o incluso más robustas. Solo tienen el detalle de que sus correas pueden vibrar demasiado, y habrá que ajustarlas adecuadamente; además, son máquinas fácilmente de reparar, sin duda poseen versatilidad.
Por otro lado, los herméticos tienen una ventaja y una desventaja. La ventaja es, que al ser pequeños y para instalaciones de mínima potencia, no requerirán trasmisiones de motor, ya que es alimentado directamente por el refrigerante, además que no requerirá un espacio amplio para su funcionamiento. Sin embargo, su mantenimiento suele resultar algo caro, porque es difícil de acceder a su interior, tanto así, que resulta más conveniente el reemplazarlo.
Los compresores semiherméticos son más propicios para operaciones que requieren una potencia mediana. Su parte esencial es un depósito a presión que contiene un motor y el mismo compresor; su beneficio es que se accede fácilmente para reparar en caso de descompostura.
Los compresores rotativos de tornillo para aire acondicionado, poseen dos rotores que ayudan a la circulación del gas hasta la salida del dispositivo. Definitivamente, estamos hablando de un sistema robusto con alta potencia en su operatividad, a tal grado que sus cámaras de trabajo hacen ver al cilindro como un compresor alterno. El rotor macho y hembra son la clave, ya que en cierta forma, evitan que el gas incida en los cilindros (algo que pasa con otros motores); lo importante es que no haya aumento de consumo energético por alta demanda de potencia. En general, son muy buenos compresores, que pueden trabajar en condiciones especiales, a la par de los sistemas de climatización, aunque es verdad que requiera de altos gastos de fabricación.
Compresor rotativo de espiral para el aire acondicionado. Curiosamente, a pesar de que trabajan bajo el principio de las espirales, sus movimientos no son precisamente rotativos, más bien son traslativos. En tales procesos giratorios, los gases van fluyendo para que la presión aumente, y luego esta desemboque por la salida del mecanismo. Para que el equipo de climatización regule sus frecuencias y capacidades de carga, la velocidad de giro del compresor es de suma importancia, no por nada se les puede ver en dispositivos Inverter.
Compresor centrífugo para aire acondicionado. Su funcionamiento depende mucho de los álabes, que se encargan de otorgar velocidad a los difusores para que se forme una fuerza centrífuga. Estos equipos son para uso robusto, en instalaciones o sistemas de climatización bastante grandes. Tan solo hay que observar las revoluciones por minuto que desempeñan estas máquinas, que pueden llegar hasta los 30,000 rpm, mientras que los compresores antes mencionados, solo comprenden velocidades de hasta 3,000 rpm; una clara diferencia de funcionamiento y operatividad. Es necesario conocer las fluctuaciones de presiones, para evitar que el motor tenga una sobrepresión que lo llegue a dañar. Además, pueden operar con una potencia de hasta 12,000 kW, con un rango de temperatura bastante amplio (de 10°C hasta los -160°C).